El botellón de agua
© Camile Seaman
discuto con el vigilante
insiste en acecho y en
dejarme sin botellón de agua
atrévase a quejarse al jefe -escucho-
porque una noche cualquiera
le recordaré que siempre
han habido más llaveros que llaves.
que en el desierto
vale más saber de nuestro egoísmo
y que ahorraremos nuestra boca
antes que darla al sediento compañero.
sin agua usted es un desierto más.
atrévase, que mientras usted deambula en línea recta
yo camino por aquí.
atrévase -dejé de escuchar-
que es cuestión de gusto
relamerse un día u otro
ante la presa.
discuto con el vigilante
que creció en desiertos de película
sin temer ni un poco por su vida.
debería recordarle que pronto vendrá el invierno inundado de aguaceros.
pero las buenas noticias no surten efecto en desigualdad de peligros
y no llegan mejor solo por hacerlo antes.
Comentarios
porque el presente es pasado
y el no intento es esconderse
en las intemperies del tiempo.
Va un abrazo.