Qué preciosa pelicula ¿quién la ve en 2020?

El título lo tomé de uno de los recientes comentarios dejados en Youtube sobre "Jane Eyre" de Robert Stevenson en su versión doblada. Llegué a ella de nuevo porque, al menos esta vez,  seguí la pista de Aldous Huxley, uno de sus coguionistas, y porque adoro la introducción de las películas basadas en el paso de las páginas de los libros.

Por donde se la mire solo hay estrellas: una jovencísima Elizabeth Taylor, la preciosa Joane Fontaine como Jane y el alto y regio Orson Welles como el Sr. Rochester; en la música, el gran Bernard Herrmann, el amigo de Hitchcock.

La pregunta de la internauta me daba vueltas, quién ve esa película en el 2020, como si leer a Charlotte Brontë no tuviera tiempo de caducidad, pero el ver esas películas, en cambio, nos hundiera en cierto mal uso del melodrama. Sigue siendo uno de los géneros más maltratados en nuestra cotidianidad: "No sean melodramáticos, ya te pusiste melodramático o deja el melodrama" son algunos de esos llamados de advertencia ante el exceso y la exageración del otro, dichos, en muchísimos casos, con la creencia de cierta superioridad intelectual que, incluso, llega a ser irónica y burlona.

El melodrama, sin embargo, no es menos intenso, denso o complejo que un thiller o una comedia y, en rigor, no es exagerado. Más bien permite canalizar y dosificar los traumas cotidianos como el desamor, el sentido de la vida, la desorientación o el fracaso, los pequeños éxitos. 

Medió el amor, el maltrato, la pobreza o la riqueza repentinos en una narrativa más bien clásica y puede que este modelo sea el que atendemos mejor como melodrama: una intensidad creciente en espacios traumatizados con personajes llenos de vidas dolorosas que esperan un momento de paz y de bienestar.

Veo estas películas convencida de que mi hija no las verá; que quizá Brontë sí quede en casa y que ahora abrir hilos en Twitter contando historias de este estilo o publicar en Instagram las fotos de nuestras vidas son los nuevos espacios melodramáticos acoplados a lo digital.